¡Me quiero! Mantengo estilos de vida saludable
Una campaña de promoción de la salud y prevención de la enfermedad 2019
Nada mejor que comer. La clave está en tomar la decisión de aprender a comer, que es aprender a elegir. Aprender a elegir cuando vas al mercado, cuando abres la nevera, cuando pides de una carta en un restaurante, cuando seleccionas alimentos en una línea de comida, incluso cuando te dan lo que no has pedido.
Lo que llevas a tu boca es tu decisión y lo que entra por la boca define y refleja lo que eres, lo que piensas, como te ves, como sientes, como te expresas, todo. Porque somos lo que comemos, somos el resultado de lo que comemos.
Cuando decimos la expresión “somos lo que comemos”, no podemos tener más razón. Debemos tener en cuenta al 100%, que una alimentación sana nos ayuda a sentirnos más enérgicos, fuertes y a eliminar ciertas molestias. Sí bien es cierto que la dieta es muy importante a la hora de prevenir o provocar una enfermedad, no debemos olvidar que sólo es un factor más entre muchos otros: la susceptibilidad genética, los agentes contaminantes o los microorganismos, también son de vital importancia. Una cosa está clara: el resto de los factores no podemos controlarlos, pero sí la alimentación.
Por eso, lo que se recomienda es variar la dieta al máximo para proporcionar todo tipo de nutrientes y así conseguir un óptimo estado de salud. Por ejemplo, podremos conseguir: